
No obstante, normalmente, suelen estar configurados de fábrica para conseguir consumos más eficientes y no siempre recomiendan cambiar de velocidad en el régimen e revoluciones adecuado.
El rango de revoluciones en el que es aconsejable cambiar de marcha
Para saber cuál es el rango de revoluciones aconsejable para cambiar de marcha, primero conviene conocer un poco el propio vehículo y conocer un aspecto importante: la curva de potencia.
Cada motor entrega su potencia mínima y máxima a un número distinto de revoluciones respecto a los demás. Es lo que se llama la curva de potencia y conocerla es esencial para no pasarte ni por arriba ni por abajo.
Todos los motores entregan su potencia máxima cuando alcanzan un régimen de giro concreto, por ejemplo, a 2.500 vueltas. Pero también existe lo que se conoce como par motor, que es un valor más estable en el cual el motor arroja una potencia similar en un rango determinado, por ejemplo, entre las 2.500 y 3.500 vueltas.
Entre esas 2.500 y 3.500 vueltas, hay un punto donde entrega la potencia máxima, pero, durante todo ese abanico, el motor sigue produciendo una potencia óptima. Por debajo o por encima de ese rango, los valores descienden.
¿Cuándo cambiar de marcha?
Tras esta explicación, cabe preguntarse: ¿cuándo hay que cambiar de marcha? Lo ideal es hacerlo dentro del rango de revoluciones en el que el motor alcanza su par máximo.
Por lo general, en un coche de gasolina se recomienda cambiar de marcha entre las 2.000 y las 2.500 vueltas, mientras que un coche diésel admite hacerlo antes, entre las 1.500 y las 2.000.
Seleccionando el momento adecuado para cambiar de relación, en lugar de jugar con la palanca de cambios, conseguirás que tu coche funcione mejor, cuidarás la mecánica, retrasarás el desgaste de las piezas, sufrirás menos averías y el consumo de combustible será menor.