La trampa de la lata para robar coches

Esta pieza mecánica es fundamental y debe estar en buenas condiciones para controlar el consumo y evitar algunas averías graves.

 (www.motor.elpais.com)
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No es una de las piezas más conocidas del automóvil, pero no por eso es menos importante que algunas más relevantes. La sonda Lambda o sensor de oxígeno es una pieza fundamental para el automóvil.

Pero casi es ahora cuando más relevancia cobra esta pieza, inmersos en plena batalla contra la contaminación y cuando en el mundo entero (o casi) se legisla para que los automóviles minimicen las emisiones nocivas a la atmósfera.

¿Qué hace la sonda Lambda?

Y es que esta pieza es la encargada de medir y controlar que el coche no contamine más de lo debido. Es decir, se encarga de analizar el nivel de contaminación de los gases de escape cuando el coche está en marcha para que no se superen las emisiones de CO2 que permiten las leyes europeas.

Para ello, se basa en dos actuaciones: por un lado, mide la cantidad de oxígeno de estos gases. Y por otro, los analiza y da esta información a la centralita del coche para que ésta decida cómo hacer la mezcla llamada estequiométrica (que la mezcla entre la gasolina y el oxígeno sea proporcionada).

En base a esta medición, si la sonda detecta que se está contaminando más allá de un límite, hace que la mezcla sea más pobre al ordenar a los inyectores que metan menos combustible a los cilindros para su mezcla con el oxígeno.

¿Dónde está la sonda Lambda?

Esta pieza mecánica se ubica en los conductos de escape del vehículo y se puede encontrar o antes del filtro de partículas, es decir, dentro del catalizador, o después.

O en ambos sitios, ya que la mayoría de vehículos llevan dos sondas de control, pero alguno puede llevar bastantes más.

¿Qué puede pasar si la sonda Lambda falla?

La avería más grave, pero por suerte la menos común, es que si la mezcla no es adecuada y hay exceso de combustible en la cámara de combustión del cilindro, puede aumentar tanto el calor que genere la rotura de pistones y segmentos. No es muy habitual, aunque deje de funcionar la sonda.


Si se enciende este testigo, puede revelar un fallo de la sonda Lambda.

Otra avería mucho más común es que el coche consuma bastante más y que, a raíz de esto, se acumule hollín en el filtro de partículas y se pueda obstruir.

La sonda Lambda puede estropearse por diversas causas. La más habitual es que un coche con exceso de consumo de aceite provoque la obstrucción de esta pieza. Otra puede ser por la acumulación de hollín o por un combustible con un octanaje muy alto.

¿Cuánto cuesta cambiar la sonda Lambda?

La vida útil media de la sonda Lambda es de unos 100.000 kilómetros. Recorridos estos kilómetros, y como no tiene mantenimiento, hay que pedir su revisión. Lo más lógico es que se haga una revisión visual de la segunda sonda, la que se ubica en el catalizador. Si está sucia (lo más habitual), hay que limpiarla.

Si ya da errores detectables por la máquina de diagnosis, su sustitución puede ir desde los 80 euros de los automóviles más básicos hasta los 300 euros de los coches de gama alta.

 

 

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